En los oscuros comienzos que señalaron las primeras actividades de esta privilegiada regiòn del suelo argentino,el autor de mis dìas,tan notoriamente vinculado a los orìgenes de Mar del Plata,me hacìa conocer las caracterìsticas de esta costa atlàntica en sus diversas playas,las que le eran familiares por su frecuentaciòn diaria en compañia de su amigo don Jacinto Peralta Ramos,no tenìa aùn especificaciòn alguna que las distinguiera entre ellas,ya que solo algunos años despuès con la corriente progresista del turismo,habrìan de ser bautizadas en el orden en que se suceden de norte a sur,con los nombres de La Perla,Playa Brìstol,Saint James o de los Ingleses,Playa Chica,Playa Grande y por fin Playa del Arroyo del Barco.Un dìa que recorrìamos esos lugares nos detuvimos a contemplar la inmensa superficie del mar que desde este sitio se descubre y cuyos horizontes parecìan dilatarse aquella mañana por efectos de la radiante luz que bañaba sus aguas densas y tranquilas.(Palabras de un discurso del Dr. Pedro O. Luro,difundidas por Roberto T. Barili).
RECORDANDO AQUELLA MARDEL DE LOS 60´…
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http://www.youtube.com/watch_popup?v=VqDnMqclMm0
Prof. Julián Mendozzi.
En los oscuros comienzos que señalaron las primeras actividades de esta privilegiada regiòn del suelo argentino,el autor de mis dìas,tan notoriamente vinculado a los orìgenes de Mar del Plata,me hacìa conocer las caracterìsticas de esta costa atlàntica en sus diversas playas,las que le eran familiares por su frecuentaciòn diaria en compañia de su amigo don Jacinto Peralta Ramos,no tenìa aùn especificaciòn alguna que las distinguiera entre ellas,ya que solo algunos años despuès con la corriente progresista del turismo,habrìan de ser bautizadas en el orden en que se suceden de norte a sur,con los nombres de La Perla,Playa Brìstol,Saint James o de los Ingleses,Playa Chica,Playa Grande y por fin Playa del Arroyo del Barco.Un dìa que recorrìamos esos lugares nos detuvimos a contemplar la inmensa superficie del mar que desde este sitio se descubre y cuyos horizontes parecìan dilatarse aquella mañana por efectos de la radiante luz que bañaba sus aguas densas y tranquilas.(Palabras de un discurso del Dr. Pedro O. Luro,difundidas por Roberto T. Barili).